¡NO a la derogación de la Ley 25.542 en Defensa de la Actividad Librera!
Una palabra aloja a un cochero que con su carro pasea por la historia de una revolución. Otra palabra aloja a un jinete que anuncia la guerra cabalgando hacia un espejismo de polvo y mariposas. Otra palabra aloja muertos y otra más aloja sueños de revolución. Una palabra aloja un lenguaje, una literatura, una historia, una cultura. Y descubrimos que una palabra también puede alojar una vida. Marina Berri, con un ávido ojo de poeta, nos transporta a todas las Rusias posibles (la pasada, la presente y la futura) a través de su lenguaje, develando aquello que guardan celosamente las letras del alfabeto cirílico. Como entradas de enciclopedia, encontramos a una nación entera condensada en sus vocablos y expresiones.
Una palabra aloja a un cochero que con su carro pasea por la historia de una revolución. Otra palabra aloja a un jinete que anuncia la guerra cabalgando hacia un espejismo de polvo y mariposas. Otra palabra aloja muertos y otra más aloja sueños de revolución. Una palabra aloja un lenguaje, una literatura, una historia, una cultura. Y descubrimos que una palabra también puede alojar una vida. Marina Berri, con un ávido ojo de poeta, nos transporta a todas las Rusias posibles (la pasada, la presente y la futura) a través de su lenguaje, develando aquello que guardan celosamente las letras del alfabeto cirílico. Como entradas de enciclopedia, encontramos a una nación entera condensada en sus vocablos y expresiones.